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Friday, September 12, 2014

¡AVISO IMPORTANTE! Aprendamos a amar.




¡AVISO IMPORTANTE!
Aprendamos a amar.

A menudo leo manifestaciones de despecho en referencia a “amores” mal correspondidos. ¡Qué confusión! Cuan distante está todo eso de la verdad.

Ante todo, si está mal correspondido, no es amor, nunca lo fue. El amor, cuando nace, nunca deja de existir. El amor es imperecedero, a diferencia del “deseo”, que ahora puede estar, y dentro de un rato ya pasó. Tampoco el amor es “obsesión”. La obsesión es ese sentimiento egoísta que hace que algunas personas se sientan con el derecho de poseer a otras. Todas las formas de obsesión son dañinas, pero la obsesión por otro ser humano puede causar la muerte de la persona obsesionada, o de su víctima, o en muchos casos; de ambos.

Una vez que se ama, esa condición queda permanentemente en el tiempo presente del verbo, jamás en pretérito. Es decir; cuando alguien dice que ha amado, o está tratando de decir que ha deseado, o está mintiendo, o simplemente no sabe de lo que está hablando. Cuando se ama, se ama y punto. No importa que la persona a quien amas ya no te ame. Si verdaderamente la amas, siempre la vas a amar, y te vas a alegrar de su felicidad, aunque eso implique el que esa persona ya no esté a tu lado.

¿Cómo creer que amas, si cuando hablas de la persona amada lo haces con despecho? Más bien; deberías entender que si esa persona ya no quiere estar a tu lado, es porque nunca te amó, pues como ya mencioné anteriormente, el amor nunca es en pretérito. Y si tú no eres capaz de entender que la felicidad de esa persona ya no está en tus manos, pero que aun así, esa persona tiene derecho a ser feliz con quien le plazca, pues tú tampoco le amaste. Amar implica, entre otras cosas, disfrutar incondicionalmente del bienestar de la persona amada. Cuando amamos nos alegramos de dichas, no de desventuras, deseamos el bien, nunca el mal.

Desgraciadamente, la peor consecuencia de confundir amor con “obsesión/posesión”, es cuando esta se da habiendo hijos de por medio. Esos hijos que crecen sufriendo el despecho de los padres, están condenados a correr la misma suerte. Así como la gripe es una enfermedad contagiosa de las vías respiratorias, el despecho es una enfermedad contagiosa del alma y el espíritu. El verdadero amor es la única cura contra ese contagio. Si estás sufriendo por una separación, no te aferres a ese sufrimiento, y si tienes hijos, evítales pasar por lo mismo que tú estás pasando. Ama, perdona, se feliz y alégrate de la felicidad ajena, en toda ocasión. De eso se trata el amar a los demás.

Sergio Jesús Fernández, 12 de Septiembre de 2014.

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“El amor es paciente y bondadoso; no es envidioso ni jactancioso, no se envanece; no hace nada impropio; no es egoísta ni se irrita; no es rencoroso; no se alegra de la injusticia, sino que se une a la alegría de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 
-1 Corintios 13:4-7

Monday, September 1, 2014

SOBRE EL AMOR

  
SOBRE EL AMOR

Cuando tratamos de poner en práctica el mandamiento de amor al prójimo, una de las primeras cosas que aprendemos, es que el odio ocupa un espacio demasiado valioso en el limitado equipaje de sentimientos que se nos permite llevar. Por eso se hace relativamente fácil evitar el odio. Pero, ¿qué sucede con la indiferencia? La indiferencia es una forma de desamor. Así que no podemos darnos el lujo de llevar con nosotros indiferencia, pues eso nos aleja de nuestro objetivo, que es el de amar al prójimo, o sea; llevar la mayor cantidad de amor en nuestro limitado equipaje de sentimientos.

Una buena forma de evitar la indiferencia es practicando esta sencilla filosofía: “Si me amas, te amo, y si no me amas, igual te amo, pero trataré de no molestarte con mi presencia.” En realidad, para amar a los demás, y orar por ellos, no es necesario estar presente. Pensando así, ya no se hace tan difícil entender por qué Jesús dijo que no sólo debemos amar a los que no nos aman, sino que además, debemos orar por nuestros enemigos.

Ahora, vamos a ver cuanto amor eres capaz de acumular en tu equipaje de sentimientos.

Bendiciones,

Sergio Jesús Fernández, 1ro de Septiembre de 2014.