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Thursday, January 6, 2011

EL DIA DE REYES


Enero 6, Día de Los Reyes Magos. Una linda tradición del acervo cultural cubano.

Los niños cubanos no esperábamos a Santa Claus, ni a Papá Noel, ni a San Nicolás. Los niños cubanos esperábamos a Los Reyes Magos, una tradición basada en el pasaje bíblico que relata la visita de los sabios del Oriente al niño Jesús en Belén, y la presentación de los tres regalos, oro, incienso y mirra. (Mateo 2:1-12).

Claro que, cómo todos los demás niños de origen cristiano en todo el mundo, también teníamos que “portarnos bien” durante todo el año, para que Los Reyes Magos nos trajeran regalos en lugar de carbón y ceniza, regalo de castigo para los malcriados. En mi niñez conocí niños que tal vez no recibieron regalos en el Día de Reyes, pero no conocí a ninguno que recibiera el carbón, ni las cenizas.

A diferencia del gordito comilón vestido de rojo y blanco, no teníamos que dejarle comida a nuestros tres benefactores, pero eso sí, algo sumamente importante era dejarle agua y hierba a los camellos, pues venían muy cansados y hambrientos de tanto andar por el mundo repartiendo regalos.

Se nos hacía muy difícil dormir la noche del 5 de Enero, porque; además de ser la víspera de la llegada de nuestros añorados reyes con sus regalos, era algo extraordinario poder llegar a verlos como se ponían del tamaño de las hormiguitas para poder entrar por debajo de las puertas, y una vez dentro de las casas, volver a ponerse de tamaño normal. De más está decir que nunca los vimos, y para cuando llegábamos a concretar la estrategia perfecta para verlos en medio de ese mágico proceso de transformación, nos enterábamos en el colegio de quienes eran verdaderamente los queridos y respetados reyes magos.

La tristeza de conocer la verdad sobre los reyes magos, sólo se compensaba con la tranquilidad de no tener que encontrar la respuesta a tantas cosas ilógicas como lo de las transformaciones, la capacidad de carga de los camellos, el tamaño de las bolsas donde viajaban los regalos, los medios de transportación de un país a otro, etc.

Los padres cubanos podían festejar en “Noche Buena” hasta la hora que les diera la gana, porque el 25 de Diciembre podían dormir la mañana y descansar el resto del día. No necesitaban convertirse en hormiguitas sino hasta el 6 de Enero, lo cual también les permitía festejar “Fin de Año” el 31 de Diciembre, casi hasta el amanecer y luego descansar el día primero. Nada, que éramos una sociedad casi perfecta. Cualquiera hubiese podido pensar que éramos argentinos. Pero no, éramos “nosotros los cubanos…”, esos de quienes canta Marisela Verena.

Bueno, ahora los dejo para que puedan ir a poner los regalos debajo del arbolito, por lo menos aquellos de nosotros que aun conservamos esa tradición.

¡Ah! Y no se olviden del agua y la hierbita para los pobres camellos.

Sergio Jesús Fernández, 5 de Enero de 2011.


1 comment:

  1. Oro, inciencio y aceite de salvacion, bendicion y felicidad para ti y los tuyos hoy y siempre!
    Tu amigaza
    Barbara

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