A QUIEN PUEDA INTERESAR
(Sergio Jesús Fernández, 29 de Diciembre de 2013.)
No importa toda esa “filosofía” que le predicas a los demás, no importa
todo eso que escribes para que otros lo lean, no importa cuánto trates
de convencer a otros y convencerte a ti mismo, yo se que tu alma no
tiene la paz que deseas, y que no acabas de ver materializado eso que tu
corazón tanto anhela. Pero te tengo una buena noticia, DIOS TE AMA. La
única razón por la que Él no se
manifiesta más en tu vida es tu falta de fe. A Dios le gusta que los que
lo adoran, lo adoren en espíritu y en verdad. No se puede tener una
relación pura con Dios si se le comparte con otras creencias. Eso es
infidelidad, y Dios es celoso en extremo, Él no acepta términos medios, o
estás con Él 100%, o simplemente no estás con Él.
Sólo Dios ha entregado a Su Hijo en sacrificio por todos nosotros. Ninguna de esas cosas místicas a las que te aferras con tanta vehemencia, ha hecho un sacrificio tan importante por la salvación de tu alma y el perdón de tus pecados.
Estás como el naufrago que trata de aferrarse a las olas que le rodean porque en ellas hay forma, dimensión, movimiento, y hasta sonido, pero al tratar de atraparlas encuentra en sus manos sal y agua. Sólo ese “madero” sencillo y rústico, al que tan poca importancia le das por pensar que es menor que el mar en que te ahogas, puede salvarte. Ignora ese mar y esas olas encrespadas y rugientes a tu alrededor, abrázate al “madero” y en Él hallarás la salvación que tanto necesitas.
El tiempo apremia y tú lo sabes, así que no dejes para mañana lo que debes hacer hoy. Habla con Dios, Él te está esperando. Dile:
“Padre, perdóname, desde este mismo instante quiero adorarte sólo a ti. Ven, entra en mi vida y anida en mi corazón, pues yo quiero que tú seas mi salvador y mi único Dios. Te lo pido en el nombre Glorioso de tu Hijo Jesucristo. Amén.”
Te garantizo que el cambio será inmediato y que tú agradecimiento será eterno. Esta es la Promesa de Dios para ti hoy.
Sólo Dios ha entregado a Su Hijo en sacrificio por todos nosotros. Ninguna de esas cosas místicas a las que te aferras con tanta vehemencia, ha hecho un sacrificio tan importante por la salvación de tu alma y el perdón de tus pecados.
Estás como el naufrago que trata de aferrarse a las olas que le rodean porque en ellas hay forma, dimensión, movimiento, y hasta sonido, pero al tratar de atraparlas encuentra en sus manos sal y agua. Sólo ese “madero” sencillo y rústico, al que tan poca importancia le das por pensar que es menor que el mar en que te ahogas, puede salvarte. Ignora ese mar y esas olas encrespadas y rugientes a tu alrededor, abrázate al “madero” y en Él hallarás la salvación que tanto necesitas.
El tiempo apremia y tú lo sabes, así que no dejes para mañana lo que debes hacer hoy. Habla con Dios, Él te está esperando. Dile:
“Padre, perdóname, desde este mismo instante quiero adorarte sólo a ti. Ven, entra en mi vida y anida en mi corazón, pues yo quiero que tú seas mi salvador y mi único Dios. Te lo pido en el nombre Glorioso de tu Hijo Jesucristo. Amén.”
Te garantizo que el cambio será inmediato y que tú agradecimiento será eterno. Esta es la Promesa de Dios para ti hoy.
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