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Wednesday, March 31, 2010

RESPUESTA A SILVIO RODRÍGUEZ (por Carlos Alberto Montaner)

RESPUESTA A SILVIO RODRÍGUEZ
Carlos Alberto Montaner

El cantautor Silvio Rodríguez me ha hecho una pregunta públicamente. Se la voy a responder. Es un magnífico y admirado compositor al que debe tomársele en cuenta. Dice Silvio: “Si los miles de cubanos que perdimos familia en atentados de la CIA hiciéramos una carta denuncia ¿la firmaría Carlos Alberto Montaner?”. La pregunta forma parte de lo que parece ser un poema o la letra de una canción inédita. El texto se titula Preguntas de un trovador que sueña y está disponible en un website llamado kaosenlared.net, vertedero ideológico en el que es posible leer elogios a los narcoterroristas de las FARC o a los asesinos de ETA, pero donde, de vez en cuando, aparecen críticas lúcidas a la dictadura cubana.

Por supuesto, Silvio: yo firmaría esa denuncia. La CIA, como todos los servicios de inteligencia, ha hecho cosas deplorables que merecen ser censuradas. Y las ha hecho el ejército norteamericano cuando maltrató cruelmente a los prisioneros. Y las sigue haciendo el Departamento de Justicia de Estados Unidos, y hasta la Corte Suprema, cuando priva a ciertos detenidos del amparo de la ley. Todo eso, incluida la pena de muerte, me parece abominable y contrario a un verdadero Estado de Derecho en el que se respeten las libertades individuales.

Ahora, Silvio, me toca preguntarte a ti: ¿firmarías una carta en la que se denunciaran los atropellos a los presos políticos cubanos y el acoso a las Damas de Blanco? Una carta en la que mostraríamos nuestro respeto por Orlando Zapata Tamayo, Guillermo Fariñas y todo aquel dispuesto a morir defendiendo su dignidad de ser humano. Una carta en la que solicitaríamos la condena a los policías responsables de la muerte de 41 infelices, la mayor parte niños y mujeres, que huían de Cuba en un barco en la madrugada del 13 de julio de 1994. Una carta en la que los cubanos les pediríamos perdón a los somalíes por la matanza de miles de personas llevada a cabo en 1977 y 78 por el ejército cubano en la Guerra de Ogadén, cuando Cuba se alió a la dictadura etíope. Una carta en la que se condenara la censura, el dogmatismo, el partido único, la persecución a las personas por tratar de defender sus ideas políticas, sus creencias religiosas, sus preferencias sexuales. Una carta en la que les dijéramos a los hermanos Castro que 51 años es un periodo demasiado prolongado para continuar imponiéndoles a los cubanos un sistema fallido y cruel en el que ya casi nadie cree, comenzando por ti, Silvio, y por tu talentoso hijo “Silvito”, músico, como tú, a quien apodan “el Libre” para diferenciarlos, porque Silvito ha decidido cantar y decir lo que piensa.

Voy a contestar por ti, Silvio: yo creo que la firmarías. Y creo que la firmaría el 90% de los cubanos, hartos ya de esa vieja dictadura de difuntos y flores. Y te diría más: es importante que todos los cubanos interesados en salvar el futuro (porque el pasado lo hemos hecho añicos irremediablemente), los de la oposición democrática y los reformistas del régimen, como es tu caso, se encuentren en un punto medio para buscar una salida a la trampa que nos van a legar los hermanos Castro cuando decidan morirse y nos dejen como herencia un manicomio empobrecido y sin ilusiones patrullado por una legión de policías corruptos.

Hace pocas fechas dijiste que a la palabra “revolución” hay que quitarle la “r” para comenzar a evolucionar. De acuerdo. ¿Cómo se hace ese prodigio? Se hace vaciando las cárceles de presos políticos, permitiendo la libre expresión de las ideas y la asociación espontánea y sin coacciones de las personas. No se trata de determinar ahora hacia dónde debe ir el país. Lo que se impone en este momento es abrir los cauces de participación para que los propios cubanos cambien todo lo que haya que cambiar y decidan democráticamente el rumbo que debe seguirse. Después, poco a poco, sin violencia, sin revanchas, pacíficamente, elección tras elección, las piezas irán cayendo en su lugar hasta que salgamos de la etapa actual y la sociedad, si así lo decide libremente, redefina el Estado y el perfil de la convivencia.

¿Hacemos esa carta juntos? Atrévete.

Thursday, March 18, 2010

"Y CONOCERAN LA VERDAD"


“Y CONOCERAN LA VERDAD
Y LA VERDAD LOS HARA LIBRES”
(Sergio Jesús Fernández - 18 de Marzo de 2010)

Desde el primero de Enero de 1959 la dictadura castrista miente descaradamente a todos, sin excepción, y los eternos “tontos útiles” de la izquierda se hacen eco sin siquiera remitirse a la realidad de los hechos para verificar lo que con tanta tozudez e “ignorancia” suelen asegurar.

Permítanme, por favor; hacer este pequeño recuento:

Durante los primeros años de la revolución castrista, Fidel Castro, el comandante jefe de todo, criticó duramente que en la Cuba republicana se hubiese permitido la existencia de tres o cuatro barrios marginales concentrados, en su mayoría, en la capital de La Habana.

Hoy en día, al cabo de cincuenta y un años de continua “dictadura del proletariado”, la isla de Cuba completa es un barrio marginal para los cubanos de a pie, y solo escapan de dicha marginalidad los “mayimbes” (funcionarios de alto nivel), así como los turistas extranjeros, quienes disfrutan de todo tipo de abundancias dentro del sistema de apartheid que los Castro han impuesto sobre el sufrido pueblo de la isla.

¿Mintió Fidel Castro cuando le prometió al pueblo, hace medio siglo, que Cuba sería “el paraíso terrenal”, o mienten los disidentes cubanos cuando dicen que en la Cuba de los Castro no se respetan los derechos humanos de los cubanos?

“Cuba se había convertido en el prostíbulo de los americanos”, expresó el comandante Fidel Castro en uno de sus interminables discursos en la década de los sesentas, refiriéndose a que en la Cuba republicana existía la prostitución de algunas mujeres incultas, pobres y/o de baja moralidad (como en casi todos los países del mundo) a pesar de que el nivel de esa prostitución era menor que en ningún otro país.

Hoy en día, al cabo de cincuenta y un años de continua “dictadura del proletariado”, la prostitución en Cuba ha alcanzado niveles nunca antes imaginados, y ya no solo se prostituyen mujeres incultas, pobres y/o de baja moralidad (como en casi todos los países del mundo) sino mujeres y hombres profesionales de las más diversas disciplinas. Se prostituyen médicos, maestros, arquitectos, ingenieros, artistas, en fin; se prostituyen casi todos los que pueden, porque medio siglo de revolución castrista no les ha dejado otra alternativa como medio de subsistencia. La mayoría de las personas que ejercen la prostitución en Cuba no lo hacen por dinero, lo hacen porque es la única forma de dar de comer a sus hijos y a sus familias. El castrismo ha convertido a Cuba en el prostíbulo del mundo.

¿Mintió Fidel Castro cuando le prometió al pueblo, hace medio siglo, que “su revolución” acabaría con la prostitución en Cuba, o mienten los disidentes cubanos cuando dicen que en la Cuba de los Castro no se respetan los derechos humanos de los cubanos?

Mejorar el funcional sistema de salud pública que había logrado alcanzar Cuba en solo cincuenta y ocho años de vida republicana, fue otra de las promesas del comandante Fidel Castro. En el año 1958 en Cuba ya existía al menos una “casa de socorro” en cada barrio, farmacias a no más de cinco o diez minutos (andando a pie) de distancia entre una y otra, hospitales públicos a todo lo largo y ancho de la isla, y clínicas privadas por módicos pagos mensuales accesibles a casi todos los bolsillos del cubano promedio.

Hoy en día, al cabo de cincuenta y un años de continua “dictadura del proletariado”, ya no existen las casas de socorro, el número de farmacias a sido reducido a una centésima parte de lo que era en 1958 y las farmacias que existen están carentes de la mayoría de los fármacos más elementales y esenciales, los hospitales públicos han sido dejados deteriorar al punto de tener que clausurar partes de ellos por la falta de mantenimiento, los enfermos mentales son dejados morir de frio en esos mismos deteriorados hospitales, y las dos o tres clínicas privadas que existen en toda la isla, solo ofrecen servicios médicos a los “mayimbes” y a los turistas extranjeros.

¿Mintió Fidel Castro cuando le prometió al pueblo, hace medio siglo, que “su revolución” mejoraría el sistema de salud pública de la Cuba republicana, o mienten los disidentes cubanos cuando dicen que en la Cuba de los Castro no se respetan los derechos humanos de los cubanos?

En la Cuba republicana todos los lugares públicos como centros para atención médica, parques, playas, bibliotecas, etc. eran, por decreto gubernamental, de libre acceso a toda la población cubana, sin discriminación por sexo, raza, origen étnico, orientación religiosa, o sexual, en fin; “con todos y para el bien de todos” como lo quería el apóstol. Independientemente, la gran mayoría de los lugares privados practicaba esa misma filosofía de armoniosa convivencia social. En 1958 existía menos desigualdad en Cuba que en la casi totalidad de los países desarrollados. A pesar de todo eso, Fidel Castro criticó que en la Cuba republicana existiesen algunos lugares privados donde no podían entrar todas las personas, y prometió que “su revolución” pondría fin a cualquier forma de desigualdad.

Hoy en día, al cabo de cincuenta y un años de continua “dictadura del proletariado”, el pueblo cubano sufre uno de los más humillantes sistemas de apartheid. Ni los profesionales, ni los obreros, ni los campesinos cubanos pueden disfrutar de la mayoría de los lugares públicos ni privados en Cuba, que están reservados solo para los “mayimbes” y los turistas extranjeros. Tampoco existen personas de la raza negra en la cúpula de poder de la Cuba castrista. El castrismo ha elevado la desigualdad y la discriminación a su máxima expresión, y esto es más recrudecido en contra de la población negra.

¿Mintió Fidel Castro cuando le prometió al pueblo, hace medio siglo, que “su revolución” pondría fin a la desigualdad, o mienten los disidentes cubanos cuando dicen que en la Cuba de los Castro no se respetan los derechos humanos de los cubanos?

En 1958, el número de desamparados en Cuba se podía haber contado con los dedos de una mano. El sistema de viviendas, ya fuese por la vía de propietarios, o de inquilinos, funcionaba sin grandes dificultades. Sin embargo, Fidel Castro prometió que “su revolución” lograría que cada ciudadano cubano fuese dueño de su propia vivienda.

Hoy en día, al cabo de cincuenta y un años de continua “dictadura del proletariado”, el problema de la vivienda para los cubanos de a pie en Cuba es cada vez más crítico. El “desgobierno” castrista, dueño y señor de todo, no ha sido capaz de construir viviendas al ritmo del crecimiento poblacional, ni ha sido capaz de darle el debido mantenimiento a las viviendas ya existentes, por consiguiente, hoy viven casi trece millones de cubanos donde, en 1958, vivían un poco más de seis millones.

¿Mintió Fidel Castro cuando le prometió al pueblo, hace medio siglo, que “su revolución” lograría que cada ciudadano cubano fuese dueño de su propia vivienda, o mienten los disidentes cubanos cuando dicen que en la Cuba de los Castro no se respetan los derechos humanos de los cubanos?

En la Cuba republicana, hasta 1958, las calles eran para el uso de todos los ciudadanos cubanos y de los visitantes extranjeros. Los jóvenes con ideas progresistas (como en casi todos los países del mundo) podían expresarse públicamente y hacer campañas políticas para los procesos electorales. Fidel Castro no solo disfrutó de esas libertades y derechos constitucionales, sino que los abusó, participando en acciones terroristas de sabotajes con artefactos explosivos a lugares públicos congestionados de hombres, mujeres y niños inocentes. Fidel Castro se reveló con violencia armada en contra del gobierno de la Cuba republicana. Sin embargo, los gobernantes de aquella Cuba trataron a Fidel Castro con el respeto que merece todo ser humano. En la Cuba republicana las calles no eran de Batista.

Hoy en día, al cabo de cincuenta y un años de continua “dictadura del proletariado”, Fidel Castro permite que sus hordas fascistas vociferen frenéticamente que “las calles son de Fidel”, y que atropellen cobardemente a mujeres y hombres inocentes y pacíficos que solo tratan de exigir que se les respeten sus derechos humanos. El control que el castrismo ejerce sobre la población es de tal magnitud, que bastaría solo una “reflexión del comandante” en “su periódico Granma” y luego difundida por “su televisión Cubana” expresando “su disgusto” con los “actos de repudio”, y pidiéndole a “su pueblo” que se abstenga de tales prácticas fascistas, para que toda esa brutalidad y crueldad desaparezcan de las calles cubanas. Pero el castrismo es tan inhumano y cobarde que lejos de evitar los “actos de repudio”, más bien culpa a la ira popular, exonerándose a sí mismo de toda responsabilidad.

¿Mintió Fidel Castro cuando le prometió al pueblo, hace medio siglo, que “su revolución” respetaría las libertades y derechos constitucionales que ya existían, y que le salvaron su propia vida en la Cuba republicana, o mienten los disidentes cubanos cuando dicen que en la Cuba de los Castro no se respetan los derechos humanos de los cubanos?

¡Por el amor de Dios! Señoras y señores de la izquierda universal, ¿Cuántas arbitrariedades más tienen que seguir sucediendo en Cuba para que ustedes dejen de hacerle el juego al victimario y acaben de apoyar a las víctimas? Ustedes se auto titulan de izquierdistas y sin embargo defienden y justifican una dictadura tiránica, perpetuada en el poder por más de medio siglo, una dictadura donde no se respeta ni uno solo de los derechos fundamentales y universales de los seres humanos. ¡Por el amor de Dios!

El proletariado cubano no determina lo que puede comer, no determina lo que puede vestir, no determina donde puede ir, no determina lo que puede o no hablar, no determina ni siquiera lo que puede o no pensar, el proletariado cubano simplemente NO DETERMINA, y yo les pregunto:

¿A qué “dictadura del proletariado” se refieren entonces los Castro?

¿Mienten los Castro cuando dicen que la única dictadura en Cuba es la “dictadura del proletariado”, o mienten los disidentes cubanos cuando dicen que en la Cuba de los Castro no se respetan los derechos humanos de los cubanos?

Cincuenta años de desgobierno castrista se encargan de dar respuesta a todas estas preguntas: MIENTEN LOS CASTRO, NO LOS DISIDENTES CUBANOS. EN CUBA NO SE RESPETAN LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS CUBANOS.

¡Por el amor de Dios! Señoras y señores de la izquierda universal, acaben de abrir los ojos, que ustedes, o son ignorantes o se hacen, pero al mundo, con la globalización de la información que existe hoy en día, no lo van a poder seguir engañando más, “Y CONOCERAN LA VERDAD Y LA VERDAD LOS HARA LIBRES”.

"DEMAND HUMAN RIGHTS FOR CUBANS IN CUBA".

Friday, March 12, 2010

“LIKE FINGERS OF THE SAME HAND”


“LIKE FINGERS OF THE SAME HAND” 
(Sergio J. Fernandez - March 12, 2010)

I remember that when my sister Angelica and I were kids, which was just a few days ago, there was nothing that bothered our mother more than to see the two of us fighting against each other. It did not matter if I came back home from playing on a yard with my friends and soiled the floor with my dirty shoes, mom could get a little bit mad to the point of wanting to hit me in the head with the mop, but I never saw her as irritated as when my sister and I fought against each other. It did not matter that some female neighbor came to my mom gossiping about how my sister rolled up her high school uniform skirt to make it shorter, my mom could get a little bit upset and even tell my sister about the birds and the bees, so that my sister could understand why she should not roll up her uniform skirt, but never ever saw mom losing her maternal patience except if it was because my sister and I were fighting each other. I never understood that particular behavior of my mom but until I had my own children.  However, I was able to corroborate from an early age, that my mom's persistence in maintaining harmony between my sister and I, paid its dividends a hundred to one every time my sister needed me and vice versa. We had finally learned to be “like fingers of the same hand” as mom had taught us.

In the wars of bombs and bullets, deaths by “friendly fire” are relatively common. Deaths that hurt even more because were caused by those who were supposed to be on “our side”. It is also known that in those wars alliances play a very important role in the determination of who wins and who loses. As stated in that phrase: “THE ENEMIES OF MY ENEMY ARE MY FRIENDS”.

The same way, in the wars of words “friendly fire” can annihilate our allies. Therefore, as the military strategists realize their campaigns in such way that they could win the greatest number of allies and to avoid in great scale deaths by “friendly fire”, we; the ones trying to use words to fight our battles, should plan our strategies ahead, to add the greatest number of allies, because definitely “strength is in the numbers”, and once on our side, protect them at all costs so that we do not lose them due to “friendly fire”. 

When I write about love and/or faith, I simply limit myself to listen to what my heart tells me, but when I use words as bombs and bullets to fight this battle of more than fifty years, I think first how effective is going to be the damage I wnat to cause to my enemy, second; how effective I am going to be recruiting the so much needed allies, and finally, I evaluate, in the spirit of self-criticism, what could be hidden in my words that could, even unconsciously, hurt any of my priceless allies (should read my brothers and sisters). 

Today, living in a foreign country by obligation and not by election, sometimes I feel like my mother should have, when I see my Cuban compatriots, my brothers and sisters, fighting against each other, forgetting we all are “like fingers of the same hand”. 

Anybody who publicly recognizes that there is a strong dictatorship that does not respect any of the fundamental rights of the human beings in Cuba, and that the primary responsibility for such dictatorship rests on Fidel and Raul Castro, is my brother and sister in this battle. 

My dear friends, my compatriots, my brothers and sisters, please let us try to use the bullets of our words directing them with all effectiveness to the heart of our common enemy, and not against ourselves. 

"The most important commandment," answered Jesus, "is this: 'Hear, O Israel: The Lord our God, the Lord is one. Love the Lord your God with all your heart and with all your soul and with all your mind and with all your strength.' The second is this: 'Love your neighbor as yourself.' There is no commandment greater than these two." 

Mark 12:29-31 (Today’s New International Version)

Thursday, March 11, 2010

“COMO DEDOS DE UNA MISMA MANO”

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“COMO DEDOS DE UNA MISMA MANO”
(Sergio Jesús Fernández - 11 de Marzo de 2010)

Recuerdo que cuando mi hermana Angélica y yo éramos niños, es decir; hace sólo unos días atrás, no había cosa que más molestara a nuestra madre que vernos pelear. No importaba que yo viniese de la calle, de estar jugando en algún terraplén con mis amigos, y entrara en casa con los zapatos llenos de tierra, mi madre podía enojarse un poco conmigo al punto de querer darme con el palo de trapear por la cabeza, pero nunca la vi tan irritada como cuando mi hermana y yo nos peleábamos. No importaba que alguna vecina chismosa viniese a contarle que mi hermana se había enrollado la saya del uniforme de secundaria en la cintura para que le quedara más corta, mi madre podía enfadarse y contarle a mi hermana la historia del tabaco si era necesario, para que entendiera porque no debía enrollarse la saya, pero jamás la vi perder su maternal paciencia excepto que fuese porque mi hermana y yo estábamos peleándonos.

Nunca entendí aquella actitud de mi madre sino hasta que tuve mis propios hijos. Sin embargo, pude comprobar desde bien joven, que la insistencia de mi madre en mantener la armonía entre nosotros pagaba sus dividendos a ciento por uno cada vez que mi hermana me necesitaba o viceversa. Habíamos por fin aprendido a ser “como dedos de una misma mano”, como nos había enseñado mami.

En las guerras de bombas y balas, son relativamente comunes las muertes por “fuego cruzado”, o “friendly fire”, como se le conoce en inglés. Muertes que duelen más porque fueron causadas por quienes estaban supuestos a ser de “los nuestros”. También es conocido que en esas guerras las alianzas juegan un papel sumamente importante en la determinación de quien gana o quien pierde. Como reza en aquella frase: “LOS ENEMIGOS DE MI ENEMIGO, SON MIS AMIGOS”.

De igual forma, en las guerras de palabras el “friendly fire” puede aniquilar a nuestros aliados. Por tanto, al igual que los estrategas militares realizan sus campañas de forma tal que puedan ganar la mayor cantidad de aliados y evitar en gran medida las muertes por “fuego cruzado”, nosotros; los que tratamos de usar la palabra para librar nuestras batallas, deberíamos planear con anticipación nuestras estrategias para sumarnos la mayor cantidad de aliados, porque definitivamente “en la unión está la fuerza”, y una vez de nuestra parte, protegerlos a toda costa para que no caigan abatidos por el “friendly fire”.

Cuando escribo sobre el amor y/o la fe, simplemente me limito a escuchar lo que mi corazón me dicta, pero cuando utilizo la palabra, como las bombas y las balas, para librar esta batalla de más de cincuenta años, pienso primeramente, que tan eficaz va a resultar el daño que pretendo causarle al enemigo, en segundo lugar, que tan efectivo voy a ser en el reclutamiento de los tan necesarios aliados, y finalmente, valoro, con espíritu autocrítico, que pudiese estar escondido en mis palabras que pudiera, aun inconscientemente, dañar a alguno de mis valiosos aliados (léase mis hermanos).

Hoy en día, viviendo en un país extranjero, por obligación y no por elección, a veces me siento como debió sentirse mi madre, cuando veo a mis compatriotas, mis hermanos, peleándose entre sí, olvidando que somos “como dedos de una misma mano”.

Todo el que reconozca públicamente que en Cuba existe una férrea dictadura donde no se respeta ni uno solo de los derechos fundamentales del ser humano, y que los principales culpables son Fidel y Raúl Castro, es mi hermano en esta lucha.

Mis queridos amigos, mis compatriotas, mis hermanos, por favor, tratemos de usar las balas de nuestras palabras dirigiéndolas con toda efectividad al corazón de nuestro enemigo común, y no contra nosotros mismos.

El primer mandamiento de todos es: “Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” Pero hay un segundo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Ningún mandamiento es más importante que estos dos.

Marcos 12:29-31 (Versión “Dios Habla Hoy”)

Monday, March 8, 2010

MARCH 8, "INTERNATIONAL WOMEN'S DAY"


8 DE MARZO
"DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER"


¡FELICIDADES! - CONGRATULATIONS!
FÉLICITATIONS! - CONGRATULAZIONI!
 FELICITAÇÕES! - GLÜCKWÜNSCHE!
 ПОЗДРАВЛЕНИЯ! - ΣΥΓΧΑΡΗΤΗΡΙΑ!
 祝贺 - 祝賀 - お祝い - 축하


BLACK CUBANS ARE HUMAN TOO!!!


BLACK CUBANS ARE HUMAN TOO!!!

 

"DEMAND HUMAN RIGHTS FOR CUBANS IN CUBA".


Friday, March 5, 2010

THE DEAD PEOPLE OF MAZORRA - January 12, 2010


THE DEAD PEOPLE OF MAZORRA
January 12, 2010

These photos were taken from the webpage “Penultimos Dias”. They show some of the 26 corpses of the mental patients interned at Mazorra’s Psychiatric Hospital, in Havana, Cuba, that were left to die of hypothermia by the authorities of Castro’s regime, last January, 2010. I have taken the liberty of exposing these photos here because I believe the horrors committed by Castro’s dictatorship in the XXI century, typical of the Nazis concentration camps, must be known by all human beings in this planet. For the disclosure of this sad reality, so graphically documented, I am based on these two well know statements:

“TO SEE A CRIME WITH CALM IS TO COMMIT IT”
Jose Marti

“AND YOU WILL KNOW THE TRUTH,
AND THE TRUTH WILL SET YOU FREE”
John 8:32

  

Their bodies piled up one on top of another, unnecessarily, in the most disrespectful and undignified way. Such savage behavior can only be observed under regimes where not even the most elemental human rights are respected, not even after death. Even the most uncivilized cultures show respect for their dead.

Sergio J. Fernandez
March 5, 2010

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Thursday, March 4, 2010

LOS MUERTOS DE MAZORRA - 12 de Enero de 2010

LOS MUERTOS DE MAZORRA 
12 de Enero de 2010

Estas fotos fueron tomadas de la página web "Penúltimos Días". Muestran algunos de los 26 cadáveres de enfermos mentales internados en el hospital psiquiátrico de Mazorra, en La Habana, Cuba, que el pasado mes de Enero de 2010, fueron dejados morir de frío por las autoridades del castrismo. Me he tomado la libertad de exponerlas aquí porque creo que estos horrores que comete la dictadura castrista en pleno siglo XXI, típicos de los campos de concentración nazis, deben ser conocidos por todos los seres humanos del planeta. Para la divulgación de esta triste realidad, tan gráficamente documentada, me baso en dos conocidas frases:

"VER CON CALMA UN CRIMEN ES COMETERLO" 
José Martí

"Y CONOCERAN LA VERDAD, Y LA VERDAD LOS HARA LIBRES"
Juán 8:32

  

Más que muertos de frío, parecen muertos de hambre, o lo que es más probable,  de ambas cosas a la vez. Amontonados, sin necesidad, unos encima de los otros, de la manera mas irrespetuosa e indigna. Semejante salvajismo solo se puede observar bajo regímenes donde no se respetan ni los más elementales derechos del ser humano, ni aún después de muertos. Hasta las culturas más incivilizadas, respetan a sus muertos.

Sergio Jesús Fernández
4 de Marzo de 2010


"DEMAND HUMAN RIGHTS FOR CUBANS IN CUBA".