Oscar Wilde
FRASES PARA ALIMENTAR EL EGO
"Nunca des explicaciones. Tus amigos no las necesitan. Tus enemigos no las creen." - Oscar Wilde.
Con frecuencia leo esta frase del escritor británico-irlandés Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde, más conocido como Oscar Wilde (1854-1900). Esta es una de esas frases que yo considero “FRASES PARA ALIMENTAR EL EGO”.
Casi siempre esas frases que nos impactan a primera vista y que nos parecen haber sido escritas para nosotros, como un traje hecho a la medida, son frases egoístas. Por eso debemos ser cuidadosos al acoger frases como esta en nuestras mentes y sobre todo en nuestros corazones, pues muchas veces creamos una especie de filosofía de vida alrededor de una “simple frase” que “nos vino como anillo al dedo”.
A veces, cuando vamos de compras, o andamos de paseo, notamos algo aparentemente insignificante que nos llama tremendamente la atención, y cuando averiguamos el precio, nos quedamos boquiabiertos por su exagerado valor. Luego pensamos; “no en balde me llamó tanto la atención”. En otras ocasiones sucede lo contrario, vemos algo que nos interesa, pero nos parece que está demasiado barato para ser algo que realmente valga la pena. Entonces nos acordamos de ese simpático dicho popular: “mucho pan por un medio”. En ambos casos la intuición de abstenernos a comprar ha sido correcta. No todas las cosas que nos deslumbran merecen el precio a pagar por ellas.
Con las frases, entiéndase “las ideas”, debemos hacer un análisis muy parecido a la hora de adquirirlas, de acogerlas como ejemplo a seguir. Dar cabida en nuestros principios a ideas que sugieren una cosa, pero que en el fondo implican otra completamente opuesta, es un precio muy alto a pagar, y podemos terminar siendo el tipo de persona que siempre hemos aborrecido.
Cuando una frase te resulte muy afín, piensa primero cuanto te puede costar adoptarla, puede que tenga un precio muy exagerado, o puede que sea “mucho pan por un medio”. Si eres cristiano, busca qué es lo que está escrito en las enseñanzas de la fe que profesas, en este caso La Biblia. Confronta la frase con las enseñanzas que practicas para ver si son compatibles o si en el fondo se contradicen.
Una explicación es una forma de enseñanza, pues quien explica enseña y viceversa. Negar una explicación (léase enseñanza) a tus amigos, asumiendo que estos no la necesitan, es una manera arrogante de enfrentar los hechos. Más bien, explica cuanto sea necesario, enseña con amor a los que amas para que el entendimiento reine entre ustedes, no vaya a ser que la duda teja su odioso nido y se quede habitando allí. Pero también explícale a los que no te aman, no para tu gloria, sino para que en tu actitud se glorifique el nombre de Cristo, quien sin haber cometido pecado, dio su vida en ofrenda de amor por los pecados de todos nosotros, amigos y enemigos.
Seamos sinceros con nosotros mismos y recordemos cuantas veces hemos experimentado tropiezos en una relación, ya sea esta de amistad, familiar o amorosa, simplemente porque surgió un mal entendido. Luego, al conocer la verdad de los hechos hemos pensado: “caramba, si lo hubiese sabido antes”.
Todo aquel que desee agradar a Dios amando a su prójimo como a sí mismo, se está engañando en contradicción al sugerir “nunca des explicaciones”. Esta aseveración es altamente despreciativa, y denota poco interés por lo que piense y/o sienta un semejante, y peor aún, denota falta de amor al prójimo.
Finalmente, recuerda que como casi todo lo demás, las frases que nos atraen a primera vista no son necesariamente las que nos educan y edifican. Las frases que nos hacen bien son como las medicinas o las comidas "sanas", que muy pocas veces son de nuestro agrado.
Que Dios te bendiga hoy y siempre y que te de la sabiduría necesaria para poder detectar y rechazar las “frases para alimentar el ego”.
Sergio Jesús Fernández, 28 de Septiembre de 2011.