PRIMERO DIOS
Sergio Jesús
Fernández, 13 de junio de 2015.
La mejor forma
de combatir el mal existente, el cáncer de crueldad, vicios e inmoralidad que
está carcomiendo a nuestra sociedad, es buscando más de Dios. Debemos vivir las
enseñanzas de nuestra fe cristiana, no sólo de palabra, sino de obra. Hay que
predicar el evangelio del amor con amor, y desgraciadamente el amor al prójimo
es lo que menos abunda en estos tiempos de tanto egoísmo.
La oscuridad
sólo se elimina con la luz. Un sólo fósforo puede romper la oscuridad de un inmenso
salón. Debemos dejar que brille la luz de Cristo en nosotros, aunque sólo sea uno
a la vez, hasta que seamos más los de la luz que los de las tinieblas.
“Dios es amor y
Dios es luz”. Eso nos enseña el evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Tenemos
que predicar esa enseñanza a nuestra gente, y vivir una vida que vaya de
acuerdo con esa enseñanza. De lo contrario, serán palabras huecas, repeticiones
sin sentimientos, como las de simples cotorras. Y si dejamos que eso suceda,
entonces sí que estaremos perdidos.
El Padre
nuestro dice: “Santificado sea tu nombre. Hágase Tu voluntad en la tierra como
en el cielo”. Son muchos los que repiten diariamente esta oración, y
posiblemente no saben, o no se han detenido a analizar, el verdadero
significado de esas palabras.
¿Cómo una
sociedad puede santificar el nombre de Dios, y al mismo tiempo permitir pasivamente que se
legalicen la inmoralidad, las drogas, el juego, y otras tantas atrocidades, que
no son más que abominación a los ojos de Dios? ¿Es acaso la voluntad de Dios toda la corrupción existente en la tierra?
La corrupción
gubernamental es cada vez más galopante, y el liderazgo cada vez más escaso. Y
es que; sin una buena estructura no se puede construir, y la
estructura de nuestra sociedad es la fe cristiana, sin ella como base, no se
puede crear liderazgo.
“Busquen
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas les serán
añadidas.”
- Mateo 6:33
No comments:
Post a Comment