(Sergio Jesús Fernández - 26 de Agosto de 2009)
Te quiero porque me gustas,
me gustas porque te quiero,
pero si me lo preguntas,
no sé qué ocurrió primero.
Me cautivó tu mirada
y también tus sentimientos,
y la gracia deslizada
por las curvas de tu cuerpo.
Fue la forma tan sincera
con que expresas tus ideas
y el mover de tus caderas
cuando al andar balanceas.
Me enamoré de tu risa
como cascabel al viento,
incitando en mí la prisa
de que te robase un beso.
Y de ese sentido afecto
y ese profundo cariño
que pones de manifiesto
cuando tratas a los niños.
Admiro la devoción
con que veneras a Dios
y salta mi corazón
cuando percibo tu voz.
Es por eso que prefiero
decir con palabras justas:
"Me gustas porque te quiero,
te quiero porque me gustas".
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